jueves, 22 de septiembre de 2011

Hermanos

Si tuviera que decir qué cosas de mi infancia son de las que guardo mejores recuerdos, creo que sin duda me quedo con los juegos con mis hermanos. Hoy me viene a la cabeza un recuerdo muy bonito de las sesiones de juego con mi hermano (el único chico, 5 años más pequeño que yo) tirados en el suelo de su habitación ante largas filas de coches o con su colección de "clics de Famobil" (ahora llamados Playmobil) pasando las horas elaborando historias de lo más divertidas. A pesar de la diferencia de edad, me encantaba jugar con él, ayudarle, compartir su imaginación, su ilusión con el juego, en definitiva, ejercer de "hermana mayor". Tal vez sea por esto que ahora me emociona ver a mis hijos pequeños jugar juntos. Mi hijo tiene casi 13 años y mi hija pequeña 4 y medio. A la pequeña le encanta que su hermano juegue con ella, y por supuesto, hoy en día tienen muchos más juguetes que en mi época, así que sus aventuras con los Playmobil son mucho más entretenidas que las que teníamos mi hermano y yo a su edad.

Ayer mismo tuvimos que dejar a la peque en casa porque había tenido fiebre durante la noche. Como el niño no tenía clase por las huelgas de secundaria, se quedó al cuidado de su hermana pequeña y además lo hizo encantado. Durante el día hablé con ellos en varias ocasiones, y pude comprobar que todo iba bien y que mi hijo lo estaba haciendo de maravilla. Por la tarde cuando llegué a casa y le dije que se fuera a dar un paseo, no se le ocurrió otra cosa que llevarse con él a su hermana – que ya no tenía fiebre – para que jugara con su perrita en el parque. La peque, por supuesto dijo que sí y pasó un par de horas de parque con su hermano que le vinieron de maravilla.

Esta mañana al levantarla de la cama, le digo a la niña "pero si hoy ya estás buena, ¡cómo se nota que ayer el tate te cuidó muy bien, eh!" y me responde "sí, mamá y además ¡pasamos toooooodo el día jugando!". ¡Qué mejor medicina puede haber, claro!.

6 comentarios:

athenea dijo...

la verdad es que es fantástico tener un hermano con quien jugar y compartir toda una vida!

Inma dijo...

Juer, me está entrando remordimiento...

Bss,
Inma

Yolanda dijo...

Inma, anímate mujer, tú misma tienes un hermano y tendrás recuerdos de tu infancia, ¿no? un beso, guapa.

sonsoles dijo...

Pues sí, no hay nada como un hermano con el que jugar, reir, llorar... si hasta de las peleas con los hermanos guardamos buenos recuerdos pasados los años ¿verdad?

Araceli dijo...

me encanta esta entrada; que razón, nosotros somos cuatro hermanos y recuerdo las tardes que nos pasabamos jugando en el corral de mi casa, lo bien que lo pasabamos. Ahora veo jugar a mis hijas y me siento feliz (aunque muchas veces también se pelean, eh!!).

Conxi dijo...

Pués que me vas a contar que nosotros eramos cinco... Me ha encantado esta entrada.