martes, 8 de noviembre de 2011

No puedo equivocarme por ti

Cuando uno se embarca en la aventura de tener hijos, desde el minuto cero, todo es un sufrir. Primero sufrimos por si no llega el deseado embarazo, después por si algo no va bien, y cuando por fin tenemos a nuestra criatura en brazos, entonces caemos en la cuenta de que sufrir, lo que se dice sufrir, es lo que acaba de comenzar.
 
Mientras son pequeños uno va pensando "qué ganas tengo de que crezca para dejar de sufrir tanto", porque claro, al principio que si no come bien, que si le duele la barriguita, que si los cólicos, que si el no dormir... y luego crecen un poco y llegan las rabietas, las cabezonerías, el no ver el peligro y tener que andar con mil ojos para que no se nos rompan los angelitos, que algunos son más tranquilotes y se van librando, pero otros lo van pidiendo a gritos en cada gesto. Luego llegan las enfermedades, las convalecencias, los dichosos virus infantiles, las noches en vela poniendo termómetros y velando su sueño con esos necesarios mimitos de mamá que todo lo curan. Y aún pensamos "qué ganas tengo de que crezca un poco más y entonces sí que podré dejar de sufrir por ti". Entonces crecen más, claro, faltaría más, y llegan las visitas a urgencias, las radiografías de "solo ha sido un golpe", las de "uys, esto se ha roto y hay que operar", y la sensación terrible de culpa, de "tenía que haberle cuidado más, haber estado más pendiente", ¡como si eso fuera posible! También entonces pensamos en lo de "qué ganas tengo de que crezca un poco más aún y ya sí que dejaré de sufrir por fin".
 
Pero también crecen más y llega ese día en que les dejas solos ante el mundo, ese mundo claramente hostil para ellos, del que tendríamos que ser capaces de protegerles y es imposible, porque no lo abarcamos todo, porque solo somos sus padres y no nos podemos meter en su cabeza, en su pensamiento, en sus ideas, y no podemos hacerles ver que cuando eligen un camino que no es el correcto, se están equivocando, porque aunque nada nos gustaría más en esta vida, no nos podemos equivocar por ellos. Solo podemos estar ahí, a su lado, esperando que su equivocación no les haga mucho daño, y si lo hace, estando ahí para limpiarles también estas heridas, y estar a su lado, como lo hemos estado desde antes que nacieran. Aunque a estas alturas ellos ya no lo recuerden y es entonces cuando comprendemos de verdad el significado del amor por los hijos, ese que no espera nada a cambio, porque nada va a recibir, y sin embargo, sigue luchando para que ellos no sufran, no importa cuánto suframos nosotros a cambio.
 
Por suerte, durante todos esos años hemos ido acumulando un buen puñado de sus besos, sus caricias, sus abrazos, sus miradas de amor incondicional, sus "te quiero, mami" y todos esos millones de cosas que hacen que haya valido la pena. Y por encima de todo, igual que siempre, seguimos pensando "qué ganas tengo de que sigas creciendo un poco más para que ya no suframos ninguna de las dos".

lunes, 17 de octubre de 2011

Viajar en avión

Aún recuerdo los días en que viajar en avión era algo glamuroso e importante que a todo el mundo le hacía mucha ilusión. Viajabas en avión y estabas haciendo uso de la más avanzada ingeniería, del mayor confort y del mejor trato y amabilidad por parte del personal de vuelo. ¡Qué tiempos aquellos!
Fue aún en esos días "dorados" cuando comencé a viajar por trabajo, al principio de forma ocasional y durante largas temporadas, de forma muy frecuente. También en esa época hice mi primer vuelo transoceánico y recuerdo que me cabían las piernas perfectamente entre mi asiento y el respaldo de delante. ¡Qué aviones aquellos!

Por muy corto que fuera el viaje, siempre tenían algún detalle contigo, incluso en tramos más largos, no faltaba un desayuno estupendo, con ese café aguado que nos sabía a gloria bendita a las horas intempestivas que volamos los pobres currantes, con ese chocolate a la taza que ofrecía Spanair y que la convertía en mi línea aérea favorita, con esa bollería y esas galletitas y ese zumo de naranja que te dejaban como un rey y que hacían que empezases el día con fuerza a pesar del consabido madrugón. ¡Qué servicio de a bordo aquel!

Entonces alguien descubrió que si le quitaba una aceituna, ¡una sola aceituna! a las comidas que se servían a bordo de sus aviones en todo el mundo, se ahorrarían 40.000$ ... y ahí llegó el fin del servicio de a bordo. Porque claro, si quitando una aceituna se ahorraban 40.000$, ¿cuánto se ahorrarían si quitaban el zumo, los bollitos, el café aguado ¡y hasta el chocolate! y si además movían todas las filas del avión unos cuántos centímetros hacia delante, dejando el espacio justo para poder respirar - flojito, eso sí - y ganando así una fila más por avión, entonces ¡el ahorro sería muchísimo mayor! y ahí vino el fin del confort.

Para compensarnos por semejantes agravios, las compañías aéreas empezaron a sacar tarifas reducidas, ¡reducidísimas! casi tanto como el escaso espacio para respirar - flojito - que queda entre sus filas de asientos. Y entonces cualquiera pudo volar, y esto debió molestar mucho al personal de vuelo, porque ya no te tratan igual. Yo creo que ahora te miran y piensan "este cutre seguro que ha pagado poquísimo por su billete, no se merece que le sonría ni que le salude", y tú te agachas en el diminuto espacio que tienes asignado en el avión, miras para abajo avergonzado y procuras no molestar mucho - ni respirar muy fuerte - no vaya a ser que alguien se moleste.
Y entonces piensas en los tiempos dorados y en aquel café del que tanto nos quejábamos y por el que ahora - si queremos - tenemos que pagar un precio disparatado que hace que ya no nos sepa igual, claro.
En estos tiempos de ahorro y low cost, lo único que nos queda por pedir a las aerolíneas es que bajen un poco el volumen de la megafonía para que al menos podamos dormirnos durante el vuelo, y que el trago se pase lo antes posible. El trago metafórico, claro, ¡cualquiera pide un trago hoy en día!

martes, 4 de octubre de 2011

Por qué adoro mi Kindle

A vueltas con la tecnología, hoy quiero hablar de los lectores de libros electrónicos o "e-readers", concretamente del que yo uso, que es el Kindle 2 de Amazon.


En primer lugar explicar que leo bastante, mínimo media hora al día, antes de irme a dormir, cada noche, además de aprovechar cualquier tiempo muerto para hacerlo: salas de espera de médicos, viajes en tren, en avión, vacaciones... Antes solía ir con el libro que tuviera a medias, a todas partes, lo que no dejaba de ser una carga y un engorro, claro. Cuando empecé a viajar cada semana durante al menos 2 o 3 noches, lo de llevar libros en papel en la maleta era misión imposible, entre maleta, ordenador portátil, bolso y demás trastos, terminé por no llevar libros para tratar de reducir el peso para mi pobre espalda.

Así las cosas, cuando oí hablar de los libros electrónicos, mi primera impresión fue la de todos "bah, no puede ser lo mismo, donde esté un libro en papel que se quite la tecnología", que si el olor del papel, que si el pasar las páginas, que si el marcar un texto o poner una señal para enseñarle un fragmento del libro a alguien... pero con mi habitual sentido práctico, finalmente pensé, "a ver, decenas de libros en un lector del tamaño de una cuartilla, y en apenas 250 gramos de peso... uhmmmm", total, que me lancé.

Primero tuve una experiencia con un lector cualquiera, de cuya marca no puedo acordarme, que devolví a la tienda a los 2 días de tenerlo. Pensando que no podía ser que todos fueran tan malos, estuve leyendo por internet opiniones de la gente y coincidí con varios que habían comprado un Kindle y estaban encantados. Nada de cuelgues, nada de reset, nada de bloqueos o pantallas estalladas. Busqué algo más de información y descubrí que el Kindle venía con 3G y una conexión gratuita a la red de amazon Whispernet, que utilizando las redes de otras operadoras, da servicio en España. A través de esta red puedes acceder desde el propio dispositivo a la tienda de amazon para descargar contenido, ya sean libros o suscripciones de periódicos o revistas (incluyendo la mayoría de los españoles). En aquel momento amazon aún disponía de pocos libros en español, pero ya iba teniendo, digamos que había unos 2.000 títulos. Pero eso no es todo, cuando te compras un Kindle, amazon te abre una cuenta de correo tipo: usuario@free.kindle.com para que le envíes cualquier libro que tengas en los formatos más comunes (.doc, .pdf. .html...) y ellos te devuelven el libro convertido al formato del lector (.azw).

Hoy en día, varias webs venden libros en formato epub, que es el estándar europeo, que a través de un programa como calibre, se pueden convertir a formato Kindle e instalarlo directamente en el dispositivo. Vamos, que como podéis ver, todo son facilidades, a mí me resulta comodísimo su uso. En este momento que amazon ha abierto su tienda en internet española, estamos a la espera de la aparición de libros electrónicos en español, mucho más amplia que aquellos 2.000 libros con los que empezaron. No obstante, como digo, en www.amazon.com se pueden descargar libros en español sin problemas.

Además del lector, amazon pone a tu disposición un software para poder leer los libros desde tu PC (Kindle for PC), desde tu Mac (Kindle for Mac) o desde tu smartphone (Kindle for Android o Kindle for iPhone), donde podrás descargar y sincronizar la página de lectura de aquellos libros que hayas adquirido en amazon. Esto es lo que se llama "alojamiento en la nube" o "cloud storage", y es una de las ventajas de pagar por tus libros, además a un precio muy competitivo. De esta manera, si tienes tu libro a medias y quieres seguir leyendo desde tu ordenador, basta con que te conectes con tu cuenta de amazon y le pidas sincronizar a la última página leída. Te descargará el libro en cuestión y lo mostrará en la página por la que ibas. Antes de cerrarlo, vuelves a sincronizar, y cuando abras tu Kindle, de nuevo sincronizas para que te avance hasta la página en la que lo has dejado ahora. Como digo, esto solo sirve para los libros comprados en amazon, y realmente aparte de sincronizar páginas, te sirve como una estupenda copia de seguridad de tus compras.

Cuando lees un libro en el Kindle, puedes subrayar partes del texto, poner marcadores o añadir tus propios comentarios como notas al pie. Si crees que hay una parte del libro a la que deberás volver a revisar, le pones un marcador y en cualquier momento puedes volver a esta página. En cuanto a la lectura, dispone de varios tamaños de letra, lo puedes leer en vertical o en horizontal, y - de momento solo en inglés - puedes dejar que el Kindle te lea el libro en voz alta. Esperamos pronto disponer del lector de libros en español también, para poder seguir "leyendo" nuestro libro cuando no podamos estar mirando a la pantalla. La pantalla del Kindle funciona con la llamada e-ink o tinta electrónica. Esto significa que no son pantallas retroiluminadas, como las de los ordenadores o los móviles, sino que funcionan mediante imantación de la superficie, atrayendo esta imantación las partículas de tinta, y colocándolas de manera que formen las letras que estamos leyendo. Debido al funcionamiento de este tipo de pantalla, el consumo de batería es mínimo, puesto que solo gasta cuando pasamos de página y tiene que "construir" una nueva página. El cálculo que hace el fabricante es de unas 8.000 páginas por cada carga de batería completa.

En cuanto a la compra del dispositivo, solo se puede hacer en www.amazon.com, ya que desde las webs internacionales no lo venden. Esto no es un problema, es más bien una ventaja para nosotros que pagamos en euros, ya que los precios son en dólares y al cambio salimos ganando. En los precios que nos indicarán cuando hagamos el pedido, estará incluído el transporte y el despacho de aduanas, lo que es muy importante, ya que al llegar a España os llamarán de la aduana para pediros los datos y hay que decir que viene todo pagado (algún caso ha habido de alguien que lo ha pagado dos veces por no saber esto). En mi caso, hice el pedido el 23/02/2010 y lo recibí en mi casa el día 26, solo 3 días después.

Actualmente Kindle ha puesto a la venta un nuevo Kindle (y van por el 4 ya) mucho más pequeño y ligero, que ya no tiene el teclado completo, que ocupaba bastante. Ahora tienes la opción de comprarlo con 3G o solo con wi-fi, que yo lo recomiendo, porque el 3G realmente es innecesario hoy en día, donde en cada casa disponemos de redes wifi para descargar contenido o sincronizar. El precio de venta en España es de 109 Euros, como digo, con transporte y aduanas incluídos, lo cuál lo pone en unos precios muy competitivos.

Además, para finales de noviembre, va a salir el nuevo Kindle Touch, que de aspecto será igual que el Kindle 4, pero con pantalla táctil. En este caso, yo prefiero esperar unos meses a ver resultados, ya que tuve una mala experiencia con una pantalla táctil y quiero ver qué tal funciona la del Kindle.

En definitiva, si estáis pensando en comprar un lector de libros electrónicos, el Kindle es una buenísima opción.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Enchufados

Dice el chiste:

Anoche mi madre y yo estábamos sentados en la sala hablando de cosas de la vida… entre otras… estábamos hablando del tema de vivir/morir.
Le dije: ‘Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella… Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. PREFIERO MORIR’.
Entonces, mi madre se levantó con cara de admiración… Y me desenchufó el televisor, el DVD, el cable de Internet, el PC, el mp3/4, la Play-3, la PSP, la Wii, el teléfono fijo, me quitó la blackberry, la tablet y me tiró todas las cervezas.
¡La madre que la parió!… ¡CASI ME MUERO!


A todos nos hace mucha gracia el chiste, pero en realidad no nos damos cuenta de la gran verdad que hay detrás de esta historieta. Ya casi nadie se acuerda de cómo era la vida sin móvil, y hablo de un móvil normal, que solo permita hablar y enviar mensajes, de esos que ya ni se encuentran. Aún recuerdo cuando empezaron a verse los primeros móviles que mucha gente decía “vaya pijada, yo desde luego jamás tendré uno de esos” jeje, a cuántos les recordaría yo la frasecita. Los que tenían móvil eran tachados de pijos, frikis, y sobre todo de querer llamar la atención, porque ¿a quién se le ocurre si no, ir hablando por teléfono por la calle? Menuda tontería, ¡habrase visto!

Cuando hablo con mis compañeros más jóvenes, o con mis hijos, y les cuento anécdotas de cuando yo empecé a trabajar y a viajar por trabajo, siempre llego al punto en el que una situación que se resolvería en un pis-pas con un móvil, era insalvable sin el aparatejo en cuestión. Entonces ellos me miran y me dicen “¿y por qué no llamaste con el móvil?” y a ver cómo les explicas que ¡no existían!

Yo reconozco que soy una tecno-adicta (toma palabro). No hay aparatejo nuevo que no desee con todas mis ganas poseer para trastear con él. No siempre lo consigo, claro, que la tecnología – sobre todo la de estreno – suele ser muy cara, pero es verdad que he juntado una buena colección de cacharros a los que vivo enganchada. Y claro, el problema viene cuando la tecnología falla, porque antes éramos capaces de quedarnos tirados en una carretera secundaria con una rueda pinchada y sin gato (y sin móvil, os recuerdo) y no pasaba nada, ya nos vería alguien o echaríamos a andar hasta el pueblo más cercano y encima tendríamos una aventura que contar. Ahora si se nos pincha una rueda en mitad de la M-30 en hora punta y nos quedamos sin batería en el móvil entramos en modo pánico directamente. No se nos ocurriría pedir ayuda a cualquiera que pase, ir a un poste de S.O.S (aún no los han quitado, ¿verdad?) o esperar a que venga la poli, que seguro que aparece en cerocoma.

Recientemente he sufrido el fallecimiento inesperado de mi blackberry, que como es de trabajo, en mi empresa se han ocupado de enviar al servicio técnico para repararla. Apenas tardaron unas 3 horas en proporcionarme otra de modo temporal para poder estar localizable mientras me arreglan la mía, pero os aseguro que fueron las 3 horas más angustiosas que he pasado en los últimos tiempos. Mis hijos no me llaman por teléfono, me envían whatsapp’s, mi pareja no me llama, me envía mails a mi cuenta de gmail, al igual que mis amigas, sé dónde están mis hijos por medio de Latitude, ¡sin la blackberry me sentía huérfana! Por supuesto, todos tienen mi número de móvil personal y todos tienen mi fijo, pero seguro que a nadie se le ocurriría utilizarlos. Pasadas las 3 horas y habiendo sobrevivido a ellas a duras penas, viene el drama de cargar la libreta de direcciones, porque digo yo, ¿quién se sabe los números de teléfono de sus amigos/familiares? Yo no, desde luego. Aún recuerdo el móvil de mi chico y el de mi hija mayor, pero el resto soy incapaz, no me acuerdo porque no me hace falta, porque para eso están las agendas de los móviles y ya nadie memoriza números como hacíamos antes. Dos días, dos, tardé en encontrar mi copia de seguridad y en poder restaurar mis contactos en el nuevo móvil. Dos días en los que tenía en las últimas llamadas los 3-4 números que uso a diario, y a los que iba llamando usando esta lista. Dos días en los que no pude llamar con el manos libres del coche, porque al no tener contactos, no me valía para nada. Que sí, que antes esperábamos a llegar a los sitios para llamar por teléfono, pero ahora ¡nos entra la angustia si no podemos hablar desde el coche!

Desde entonces le estoy dando muchas vueltas a esto de vivir enchufada, creo que voy a intentar dejarlo, pero no sé si seré capaz de vivir sin cables. ¿Vosotr@s lo seríais?

martes, 27 de septiembre de 2011

A vueltas con el nuevo Feisbuk

Ea, ya tengo nuevo tema para hoy, vamos a hablar de los cambios en el feisbuk, que a todo el mundo traen de cabeza. Hace apenas unos días que nos lo han cambiado y ya se ha montado el lío gordo. ¿Y por qué? Pues porque ahora podemos ver los agujeros de privacidad que siempre hemos tenido en nuestro perfil, y eso acojona, claro. Por mucho que os parezca, no ha cambiado nada de lo esencial, es más, ahora la privacidad es mucho más configurable que antes, simplemente ahora estamos alarmados porque vemos de primera mano cómo están las cosas.

A ver si consigo explicarme, que esto está preocupando mucho. Una de las novedades del nuevo fb es la inclusión del llamado "Teletipo" en nuestra página de inicio, y que es la que está levantando ampollas en la comunidad feisbukera. ¿Hay algo diferente a lo que había antes? La respuesta es no. Simplemente ahora lo vemos todo junto en un ladito de la pantalla, cuando antes teníamos las actualizaciones de nuestros amigos en otra parte: en su muro, en las noticias de nuestra página de inicio, en las notificaciones... pero las teníamos igual que ahora. Es solo que ahora están todas juntas y en un lado de la pantalla. Esto nos permite, si en un momento dado vemos que un amigo está comentando una foto o poniendo un comentario en su muro, poder clicar encima y ver en un instante lo que está comentando, en lugar de tener que navegar por su muro o por las notificaciones como hacíamos antes.

Ahora bien, la gente se echa las manos a la cabeza porque de pronto lee que su amigo XXX está escribiendo en el muro de su amigo YYY y piensa "¡oh, dios mío, si yo puedo ver lo que hacen los amigos-de-mis-amigos entonces ellos podrán ver lo que yo hago!" la respuesta es "Depende", y ¿de qué depende? pues de cómo tengamos configurada nuestra privacidad. Si en nuestra configuración de Privacidad hemos elegido que nuestro muro solo lo lean nuestros Amigos, en lugar de los "Amigos de mis amigos", solo estos podrán verlo. Del mismo modo tenemos que revisar la configuración de quién puede leer nuestros comentarios.

El problema es que circula por todo feisbuk un mensaje de ayuda para que todos los amigos de una persona le quiten las notificaciones de "Comentarios y me gusta" de su suscripción y esto es un error bajo mi punto de vista, maldita manía de copiar todo lo que vemos sin pensarlo primero, por cierto. Vamos a ver qué son las "suscripciones", otro de los nuevos conceptos que han aparecido con la nueva versión. Las suscripciones no son ni más ni menos que el modo en que vemos lo que están haciendo nuestros amigos. Si yo me suscribo a un amigo es porque quiero ver lo que hace, en lo referente a varias opciones:

- Acontecimientos importantes
- Actualizaciones de estado
- Fotos
- Juegos
- Comentarios y "Me gusta"
- Música y videos
- Otros tipos de historias

Como veis, esto nos da muchas más opciones de las que teníamos antes en cuanto a lo que queremos ver sobre nuestros amigos. Una opción que se pedía desde siempre es la de poder quitar las notificaciones de juegos de otros usuarios de nuestras pantallas. Pues bien, ahí lo tenéis. Si os molesta que un amigo está todo el día jugando y sus mensajes de juegos os llenan la página de inicio, podéis desactivar de vuestra suscripción a este amigo la opción de juegos, pero ya no es necesario que desactivéis todas las actualizaciones de este amigo para que deje de molestaros este tipo de mensajes.

La configuración de suscripción es la nueva seguridad en cuanto al modo en que vemos lo que hacen nuestros contactos, así que si desactivo "Fotos", ya no me saldrán comentarios sobre si este amigo ha subido una nueva foto o ha cambiado algo en un álbum, pero esto no significa que no pueda ver sus fotos, si voy individualmente a ese amigo y busco en sus fotos podré verlas (o no, en función de la seguridad de esa foto o de ese álbum). Del mismo modo, si desactivo "Comentarios y me gusta", me voy a perder todos los comentarios y los "me gusta" que haga este amigo. Así pues, todos los que estáis haciendo lo que pedía el bienintencionado mensaje que está circulando estos días, vais a dejar de recibir información de lo que hacen vuestros amigos, simplemente. Ahora no os extrañe que de pronto el feisbuk tenga menos actividad, que os salgan menos mensajes.

Espero que os haya quedado un poco más claro, y si alguien encuentra algún error en lo que he escrito, por favor, hacedmelo saber, que yo también quiero aprender. ¡Nos leemos por el facebook! no me quitéis nada en mis suscripciones, por favor.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Hermanos

Si tuviera que decir qué cosas de mi infancia son de las que guardo mejores recuerdos, creo que sin duda me quedo con los juegos con mis hermanos. Hoy me viene a la cabeza un recuerdo muy bonito de las sesiones de juego con mi hermano (el único chico, 5 años más pequeño que yo) tirados en el suelo de su habitación ante largas filas de coches o con su colección de "clics de Famobil" (ahora llamados Playmobil) pasando las horas elaborando historias de lo más divertidas. A pesar de la diferencia de edad, me encantaba jugar con él, ayudarle, compartir su imaginación, su ilusión con el juego, en definitiva, ejercer de "hermana mayor". Tal vez sea por esto que ahora me emociona ver a mis hijos pequeños jugar juntos. Mi hijo tiene casi 13 años y mi hija pequeña 4 y medio. A la pequeña le encanta que su hermano juegue con ella, y por supuesto, hoy en día tienen muchos más juguetes que en mi época, así que sus aventuras con los Playmobil son mucho más entretenidas que las que teníamos mi hermano y yo a su edad.

Ayer mismo tuvimos que dejar a la peque en casa porque había tenido fiebre durante la noche. Como el niño no tenía clase por las huelgas de secundaria, se quedó al cuidado de su hermana pequeña y además lo hizo encantado. Durante el día hablé con ellos en varias ocasiones, y pude comprobar que todo iba bien y que mi hijo lo estaba haciendo de maravilla. Por la tarde cuando llegué a casa y le dije que se fuera a dar un paseo, no se le ocurrió otra cosa que llevarse con él a su hermana – que ya no tenía fiebre – para que jugara con su perrita en el parque. La peque, por supuesto dijo que sí y pasó un par de horas de parque con su hermano que le vinieron de maravilla.

Esta mañana al levantarla de la cama, le digo a la niña "pero si hoy ya estás buena, ¡cómo se nota que ayer el tate te cuidó muy bien, eh!" y me responde "sí, mamá y además ¡pasamos toooooodo el día jugando!". ¡Qué mejor medicina puede haber, claro!.

martes, 20 de septiembre de 2011

Empiezan las huelgas en secundaria


Hoy han comenzado las jornadas de huelga convocadas por los profesores de secundaria en la Comunidad de Madrid. Como madre de dos hijos en un instituto público, me preocupa la huelga en lo que pueda afectar a su formación, pero estoy de acuerdo con que esto no puede seguir así.

Hoy leemos en la prensa que nuestra presidenta nos vuelve a dejar una de sus perlas en las siguientes declaraciones:

"España está en un momento delicadísimo, tan delicado y tan difícil" que hay que replantearse la gratuidad de algunos servicios públicos, dijo Aguirre. "En el caso de la educación, la ley prevé que la etapa obligatoria y gratuita sea de 6 a 16 años y de los 3 a 6 no sea obligatoria pero sí gratuita”. Aguirre habló de reflexionar, aunque luego insistió en que eso no tiene por qué significar que efectivamente se cobre lo que ahora no se cobra. "Pero habrá que reflexionar de dónde se puede ahorrar".

Vamos, que ya nos está preparando el terreno, este año le ha tocado el recorte a la secundaria, veremos a quién le toca el año próximo, y el siguiente…

La mayoría de personas con las que me relaciono no tienen hijos en secundaria, por lo que no les preocupa de lo que les hablo, y en este país por desgracia tenemos costumbre de mirar a otro lado cuando el problema no nos toca directamente. En el caso de la educación, no nos damos cuenta de que al final los niños crecerán y si hoy no te afecta, te va a afectar dentro de unos años, por no hablar de aquello de las barbas del vecino. Esto solo es la punta del iceberg de lo que se nos viene encima.
El sábado leía en una triste entrada en el blog de Fernando, “Eso de la ESO” cómo afectan estos recortes a un instituto que me toca de primera mano. Ayer mis hijos volvieron de clase impresionados de ver clases con cerca de 40 alumnos. Que sí, que ya sé que en nuestros tiempos era así, pero como bien dice Fernando, no recurramos a ese argumento, por favor, tampoco ahora usamos máquinas de escribir ni tenemos TV en blanco y negro.

En el instituto de mis hijos han echado a 8 profesores este año, que sumados a los 2 que “recortaron” el año pasado, son 10 menos que hace 2 años. A 20 horas lectivas a la semana, son 200 horas lectivas menos para un centro de cerca de 1000 alumnos. ¿De dónde se cree la consejera de educación que van a salir los refuerzos, desdobles, orientadores, compensatoria y todos los apoyos que los alumnos con dificultades necesitan? ¿Cómo van a tener una enseñanza de calidad si les quitan los laboratorios, la biblioteca, las prácticas?

Por todo esto, aunque apenas sea un pequeño granito de arena, desde aquí va mi apoyo a los profesores y mi petición como madre a la Comunidad de Madrid para que reincorpore a los profesores despedidos a sus puestos de trabajo. Por una escuela pública de calidad, de todos y para todos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Y ahora qué?

Vale, ya he creado el blog, ¿ahora qué hago con él? es la pregunta que acompaña a la sensación de miedo que tengo en este momento. ¿Y si no gusta? ¿y si solo se me ocurren tonterías? ¿y si no tengo seguidores? ¿y si algún día no sé qué contar? me inquieta la sensación de responsabilidad que me he echado encima.
Ayer buscaba información sobre blogs y caí en una bienintencionada página que daba consejos a los bloggers sobre cómo llevar adelante su tarea. ¡Madre mía! ¿por qué lo leería? resulta que no puedo escribir de cualquier cosa, porque no interesaría; no puedo ser mediocre porque no me seguirían; no puedo variar de tema porque mis seguidores se marearían; no puedo elegir un tema en el que no destaque porque dejarían de visitarme; no puedo usar emoticonos porque la gente se despista del texto; no puedo poner fotos malas, más vale que me apunte a un curso de fotografía, porque si no, mi blog no tendrá buen aspecto. ¡Pero en qué lío me he metido! Si realmente tengo que cumplir todas esas reglas, ¡abandono ya mismo! ¡sería incapaz! (seguro que el exceso de signos de admiración también está penado de alguna manera... buff).
Así las cosas, hoy abro mi recién nacido blog y me encuentro con 10 seguidores y 160 lecturas. Caray, creo que con estas fans incondicionales no debería estresarme tanto, así que con vuestro permiso, voy a ser yo misma, con mis mediocridades, mis imperfecciones, y mi día a día. Seguro que no gano ningún premio como blogger, pero ¿quién necesita premios teniendo tan buenos amigos? :D

domingo, 18 de septiembre de 2011

¡Empezamos!

Después de tanto tiempo dándole vueltas a la idea, por fin me he decidido a crear mi propio blog. Como novata seguro que cometo muchos errores, que espero perdonéis, y sobre todo que tengáis paciencia conmigo puesto que no dispongo de mucho tiempo y es posible que tarde en actualizarlo.

Aquí incluiré entradas de todo tipo, mis experimentos con la cocina, mis aventuras como mami de 3 hijos, y todo lo que se me vaya ocurriendo que pueda compartir.

Gracias por acompañarme, espero veros mucho por aquí.